lunes, 4 de junio de 2012

Mensaje de Pentecostés

                                                                           Buenos Ares, 23 de Mayo de 2012

              " El Espíritu Santo es Fuente Divina de verdad, caridad y felicidad interior”
" ¡Oh, descienda sobre nosotros el Espíritu Santo Espíritu de verdad, de  0ración, de  unión, de Misericordia Divina y de Caridad!
                                                                                          Don Orione
Queridas Hermanas:

          Nuestra Iglesia celebra con gozo, el día de Pentecostés, como uno de los momentos más fuertes de santificación y de gracia. El Espíritu como un viento tenaz y con llamas de amor, viene a nosotros trayéndonos distintos signos y manifestaciones del don de Dios.

          El Espíritu Santo es el protagonista silencioso pero eficaz de toda la Historia de la Salvación. Reflexionemos sobre los dones y carismas del Espíritu, ellos siempre armonizan juntándose y complementándose en cada una de nosotras. Es la  fuerza del Espíritu la única capaz de transformar el corazón del hombre, para que podamos sacudir el miedo que nos paraliza y hace estériles nuestras opciones diarias de vida.

          En este Pentecostés quisiera invitarlas a todas, a ser verdaderas receptoras de estos  dones del Espíritu, reflexionando sobre las gracias que nos traen, llenándonos de vida nueva en Jesús.
El Espíritu de Dios, nos regala ojos nuevos, para ver aún la misma realidad, en novedad,  nos brinda un corazón más cálido para con todos, nos libera de la esclavitud y nos quita los temores. Siempre nos deja su alegría.

          Digamos juntas: " ¡Ven Espíritu Santo, y concede a tu Iglesia la experiencia transformadora de aquella mañana de Pentecostés!!! El espíritu de Dios, es como el alma de todas las cosas y nos hace valorar todo aquello que tenemos; vida, salud, bienes naturales, culturales, sociales y espirituales.

          El toque del Espíritu cambia al individuo en “persona”, a la persona en parte de la Comunidad y a la “Comunidad en ícono de la Trinidad”. O sea, se trata de un toque de amor!!!
 
          Por último pido al Espíritu de Dios; autor de todo don, que tome nuestras vidas, vivificándonos y transformándonos al mismo tiempo que brindándonos su sabiduría y bondad. Como ya lo dijera Don Orione:    
          "¡Oh, invoquemos nosotros también al Espíritu Santo, para que venga sobre y dentro de nosotros como hizo con los apóstoles...!!

                                                                                                   Hna. María Mónica Molina
                                                                                                          Superiora Provincial