El
sábado 24 de noviembre, se reunieron en la Casa Provincial de las PHMC, un
grupo de laicos pertenecientes al MLO-Floresta, quienes en número de
veinticuatro participaron de la última jornada de retiro espiritual del año
2012.
Con el
tradicional cafecito de Don Orione, se llevó a cabo la recepción, luego de la
cual se pasó a la sala de reuniones, donde la Hna. María Ilsa Vallejo dio la
bienvenida y explicó la forma en que se llevaría a cabo el retiro.
Acto
seguido, destacó que se encontraba presente la Superiora Provincial Hna. María
Mónica Molina, quién con su simpatía habitual dirigió un saludo, destacando la
labor que llevan a cabo los laicos y las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad
en la provincia Nuestra Sra. De Luján (Argentina).
Marana-tha
fue la canción con la que se invocó al Espíritu Santo.
Ya en
clima de silencio, la Hna. María Ilsa, abrió la exposición, apoyándose en el
evangelio de Mt. 5,13-16, que fue leído por Fernando Cardozo. Su desarrollo
contó con numerosas citas bíblicas afines al tema de la sal y la luz.
Luego de
una breve pausa, la Hna. María Gladys Bálsamo efectuó una reflexión de la carta
del Santo Padre Benedicto XVI, Porta Fidei, destacando diversos aspectos de la
definición de fe y la relación de nuestro santo fundador, San Luis Orione, con
esta virtud.
Continuó
con una invitación a un trabajo de grupo, para ello tres preguntas sirvieron de
pautas orientativas. El parque fue el preferido, ya que un soleado día prestó
su ayuda para disfrutar y fortalecer el espíritu.
Un
almuerzo a la canasta reunió a los participantes, durante el cual se apreció la
alegría de compartir este encuentro.
Vueltos a
la sala de exposición, la Hna. María Gladys invitó a una puesta en común de las
conclusiones de cada grupo.
El padre Sebastián
de la parroquia Luján porteño completó, con su amena forma de decir, el tema de
la fe, con una explicación de qué es la fe y qué no es la fe.
El relato
de la anunciación (Lc.1, 26-38) y la visita de María a su prima Isabel.
(Lc.
1,39-45) fueron la base de una nueva reflexión por parte de los presentes.
Mientras
ésta se llevaba a cabo, el padre escuchó confesiones.
Dando por
finalizada la jornada, se participó de la adoración al Santísimo, dando gracias
por todo lo compartido y por el reconocimiento canónico del movimiento y el
estatuto.
Las
meditaciones fueron leídas por los laicos, entonándose cantos y el himno a san Luis
Orione.
Con unos suvenires
que se encendieron antes del rezo del credo, se llevó a cabo el gesto de la
luz, que fue tomada del cirio pascual, que recordaba la presencia de Ntro.
Señor Jesucristo en el lugar.
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